Cerrar campaña… y gobernar

Por Enrique Aranda

Un año exacto después del triunfo que le encumbró a la jefatura del Ejecutivo, a siete de asumir la posición, Andrés Manuel López Obrador enfrenta ahora, en opinión de los más, el reto de cancelar ya su cuasi interminable campaña político-electoral para, en paralelo, reencauzar su aún naciente gestión con miras a avanzar, con plena seriedad, en la atención de los más ingentes problemas nacionales.

Al margen la aceptación de políticas y acciones asumidas en el marco de la aún indefinible 4T pues, el lopezobradorismo parece urgido de aprovechar la coyuntura para dar marcha atrás o modificar decisiones claramente erróneas que afectan la economía y alteran la estabilidad social, la infructuosa política para enfrentar la inseguridad o la corrupción más allá del discurso, por ejemplo, para dar paso a programas que no sólo dejen a salvo políticas exitosas de administraciones pasadas sino que, igualmente, apuntalen nuevas propuestas que, al margen de su rendimiento político-clientelar, abonen a la solución de problemas concretos.

Replantear entonces o reconsiderar al menos el capricho de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco para abrir paso al absurdo de alentar la insostenible ampliación de la base militar de Santa Lucía; posponer el arranque de obras sin sustento técnico como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, la sustitución del posicionamiento de “no sanción” a corruptos y/o violentos ya identificados o, más, el aliento de la confrontación social en aras de consolidar posiciones ideológicas –“la genérica censura del neoliberalismo culpable de todos los males (…) y la justificación de un populismo rancio y fallido”– exigen del tabasqueño y los suyos disposición para, de manera seria y responsable, asumir decisiones para corregir lo que se deba y relanzar lo pendiente.

Y todo, con miras a dar un golpe de timón que permita reorientar el rumbo de la economía en camino hoy a la recesión y recuperar la confianza del sector productivo para retomar la senda de crecimientos mayores al 1% anual, dejar atrás la falacia de que se erradicó o redujo sustancialmente el otrora célebre huachicoleo (que sigue creciendo) o, en cuanto a seguridad, desechar la insostenible afirmación de que se avanza en la lucha contra los grupos delictivos y en el control de la (incontenible) violencia.

Veamos pues este día para ratificar objetivos de campaña sí, pero también como oportunidad de análisis y reflexión con miras a revertir equívocos y relanzar políticas en favor del país.

asteriscos

* Ayer, por cierto, cientos de miles de mexicanos marcharon en 38 localidades nacionales, 13 de Estados Unidos, una de Canadá (Montreal) y otra más de Alemania (Dusseldorf), en demanda de la inmediata renuncia de Andrés Manuel López Obrador, cuya administración calificaron de fallida respecto a derechos humanos y a la legalidad, a la vida y a la familia homoparental.

* En Phoenix, en el marco del 60 aniversario de la Comisión Sonora-Arizona, los gobernadores Claudia Pavlovich y Doug Ducey convinieron impulsar una economía humanista que beneficie sin distinción a los ciudadanos de ambas entidades y aprovechar la gran herramienta que representa el T-MEC, en vías de aprobación, para el crecimiento de la región. Bien.

Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx