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La primera Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio y oral del Poder Judicial del Estado resolvió confirmar la sentencia de cinco años de pena privativa de libertad emitida en contra de una persona acusada por los delitos de lesiones (2).
El presente caso se derivó de un recurso de apelación que el hoy sentenciado interpuso en contra de la sentencia de primera instancia emitida por el Tribunal Primero de Enjuiciamiento, en dicha sentencia se le condenó a cinco años de pena privativa de libertad y al pago de la reparación del daño material.
La Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio, votó a favor del proyecto presentado por el Magistrado Luis Felipe Esperón Villanueva, quien propuso como infundados los agravios y confirmar la sentencia dictada por el Tribunal de Enjuiciamiento.
El proyecto estableció que el Tribunal de Enjuiciamiento valoró adecuadamente las pruebas y que quedó demostrada la experticia de los peritos involucrados.
También, que el Tribunal de enjuiciamiento concedió el uso de la voz a la defensa y al hoy sentenciado para que manifestara lo que a su interés convenga por lo que tampoco se vulneró el principio de contradicción.
Como último agravio, la defensa manifestó como agravio que existió una causa de justificación para el actuar de su defendido, sin embargo la Sala Colegiada tampoco encontró alguna causa justificada por lo que se propuso confirmar la sentencia.
Los Magistrados integrantes de la Sala Colegiada votaron a favor del proyecto por lo que por unanimidad de votos se confirmó la sentencia emitida en primera instancia.
Los hechos que dieron origen a este caso y que quedaron comprobados en primera instancia ocurrieron el 10 de septiembre de 2017. Aproximadamente a las 21:30 horas cuando el hoy sentenciado llegó a un predio de la colonia Villas la hacienda de Motul, Yucatán, lugar donde se encontraban las dos víctimas, es el caso que el hoy sentenciado tomó un vaso de cristal y golpeó en el ojo a la primera víctima, ocasionando que el vaso se rompiera y le causó lesiones en el globo ocular, provocándole la pérdida de la visión. Seguidamente la segunda víctima forcejeó con el hoy sentenciado y también sufrió lesiones.
