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Pedro Pablo Moo Miranda, (a) “Robotín” y José Rodrigo Villanueva Pérez, (a) “El Rich”, confesaron su participación en los asesinatos / Podrían alcanzar hasta 80 años de prisión
El Juez Primero de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, licenciado Antonio Bonilla Castañeda, declaró penalmente responsables del delito de homicidio calificado a Pedro Pablo Moo Miranda, (a) “Robotín” y a José Rodrigo Villanueva Pérez, (a) “El Rich”, por los asesinatos de los abuelitos de la avenida Colón.
Ayer por la mañana, a partir de las 11:00 horas, dio inicio la audiencia intermedia en la que se ofrecerían datos de prueba por parte de la defensa, Fiscalía y coadyuvante, para desahogar en el Juicio Oral, donde los imputados enfrentarían una condena de 80 años de prisión, tomando en cuenta que son 40 la máxima por cada crimen y en este caso hubo dos víctimas.
Los acusados Moo Miranda, (a) “Robotín” y Villanueva Pérez, (a) “El Rich”, confesaron ante el Juez su participación en los asesinatos del matrimonio integrado por Juan Manuel Gonzalo Campos y Casares y Lucely Peniche Pasos, en su residencia de la avenida Colón, entre las calles 60 y 62, conocida como “Santa Cecilia”.
Su defensa pactó con el Ministerio Público una sanción penal de 30 años de prisión, la nieta Lucely Estephanía Ríos Covián Campos estuvo de acuerdo con ese procedimiento abreviado.
Sin embargo, la hija de las víctimas, Lucely María del Pilar Campos Peniche, se opuso a ello, pero no se fundó dicha oposición.
Uno de los requisitos que establece la ley para darse el procedimiento abreviado, es que esté debidamente garantizada la reparación del daño, de acuerdo al Artículo 204 del Código Nacional en relación al 201 fracción segunda, no obstante a ello, se accedió a la celebración del mismo, pues fue a petición de las propias partes.
Lógicamente, los ahora condenados por el doble crimen jamás podrán garantizar la reparación del daño moral causado a las víctimas, pero como la oposición de una de las víctimas indirectas no fructificó, se procedió a llevarse a cabo el procedimiento abreviado y declarar a los dos imputados penalmente responsables de ese doble asesinato.
En un momento del proceso se realizaron pruebas hemáticas a los imputados, y se comentó que había huellas de sangre que no pertenecían a las víctimas y cabía la posibilidad de un tercer implicado.
Lo raro del asunto es que ninguna de las víctimas hubiera podido ofrecer resistencia en el supuesto robo cometido y que sería el móvil del doble asesinato y que, por cierto, no se denunció, ya que ambos imputados fueron procesados por homicidio calificado (2) pero no por robo calificado cometido con violencia.
Surgieron versiones de que pudo haber un tercer implicado y que está la herencia de por medio, pero lo cierto es que sólo se les siguió proceso penal a los dos imputados por homicidio calificado (2).
Ambos habían sido detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y encerrados; en el momento de su detención se les ocuparon algunos objetos propiedad de las víctimas; sin embargo, luego de un arresto administrativo, se les dejó libres.
El día 5 de mayo del 2016 fue cuando se encontraron los cuerpos sin vida de los viejitos, de 91 y 87 años de edad, respectivamente y fue cuando “les cayó el veinte” y se comenzó la localización y detención de los ahora acusados, a quienes se les señala como los autores materiales de los asesinatos, cuyo móvil sería el robo, pero no fueron acusados de ello.Información PorEsto
