Federico Azul/Yucatán al Instante
KINCHIL, Yuc., 09 de marzo 2025.- La inseguridad y la falta de procuración de justicia en este municipio han dejado en la indefensión a sus habitantes, especialmente a los más vulnerables. En menos de 24 horas, dos casos de v¡ol3ncia sacudieron la comunidad, evidenciando la inacción de las autoridades municipales, quienes parecen más interesadas en minimizar los hechos que en garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Abuelitos atacados por su propio hijo: la policía interviene a regañadientes
Pedro Pascual Tzuc Dzul, de 78 años, y su esposa Margarita Tzuc Alonzo, de 77, vivieron una pesadilla el pasado miércoles por la noche cuando su hijo Fredy, alias “Boba”, los agredió junto con su esposa e hija. De no ser por su otro hijo, Reynaldo, quien intervino para contenerlo –recibiendo mordidas y golpes en el proceso–, la situación pudo haber terminado en tragedia.
Cuando los policías municipales llegaron al lugar, se negaron inicialmente a detener a Fredy, lo que obligó a una prima de la familia a amenazar con llamar al 911. Solo entonces, con la llegada de agentes estatales, los municipales actuaron y arrestaron al agresor.
Sin embargo, al día siguiente, los adultos mayores acudieron al palacio municipal para continuar con la denuncia y buscar una conciliación, solo para descubrir que Fredy ya había sido liberado y que no había juez para atenderlos.
“Sabemos que no va a chupar cárcel, pero que al menos firme y se comprometa a no meterse más con mis viejos”, declaró Rey, preocupado por la salud de sus padres.
Los violentos hechos citados quedaron asentados en la demanda con folio: GK/264/125, donde la pareja de abuelitos esperan que por fin su descendiente y familia, cesen con sus broncas y entre todos llegar a un acuerdo para la paz en el seno de su hogar. “Si dice que no tiene papá y mamá, allá él con Dios, solo queremos tranquilidad con mis demás hijos y nietos” finalizó don Carroviejo.
Por último, el lío, al parecer es más por delimitación de terrenos con sus hijos, arrastrando ese problema de hace unos años, en el que los septuagenarios manifestaron ser los legítimos dueños, al presentar su documento de propiedad.
Mujer es asaltada presuntamente en el cementerio
Horas después, una mujer de la tercera edad fue víctima de un presunto asalto en el cementerio municipal. Había acudido a colocar veladoras y flores a un ser querido cuando dos sujetos la atacaron, torciéndole los brazos para robarle dinero y una alhaja antes de huir en un vehículo rumbo a Tamchén.
La víctima pidió ayuda a un transeúnte, quien alertó a la Policía Municipal. A pesar de llegar rápidamente, los agentes no lograron hacer nada, pues la afectada, aún en estado de shock, no pudo proporcionar una descripción detallada de los asaltantes ni de su vehículo.
Autoridades municipales en silencio: ¿ignorar los problemas es la solución?
Estos hechos dejan al descubierto la alarmante vulnerabilidad en la que viven los pobladores kinchileños. La falta de acción de la Policía Municipal en ambos casos genera dudas sobre su compromiso con la seguridad de la comunidad.
Además, el Ayuntamiento, que encabeza Irvin Pisté Canul, fiel a su costumbre, no ha emitido ningún comunicado al respecto. ¿Será que prefieren que los ciudadanos no piensen en el 9-1-1 ni en interponer denuncias? Mientras tanto, los kinchileños siguen desprotegidos, esperando respuestas que nunca llegan.

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