La policía francesa lanzó gas lacrimógeno y usó cañones de agua el sábado en París para dispersar a los manifestantes enojados por el alza del combustible y las políticas económicas del presidente Emmanuel Macron, en el segundo fin de semana de las protestas de los “chalecos amarillos”.
Varios cientos de manifestantes se reunieron en los Campos Elíseos, donde seenfrentaron a la policía desplegada para evitar que llegaran al cercano Palacio presidencial.
El sábado, unos 3 mil agentes de policía fueron desplegados en París, dijo el ayuntamiento.
Junto con la tasa, el gobierno ha ofrecido incentivos para comprar vehículos verdes o eléctricos.
El sábado pasado, cuando casi 300 mil personas participaron en las primeras manifestaciones de los “chalecos amarillos” en todo el país, los ingresos diarios de los minoristas cayeron un 35 por ciento, según grupos de consumidores.

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