Las cifras que se tienen de los últimos años no señalan que hay un repunte de casos de VIH en el estado, pues las estadísticas son similares a las de años anteriores, lo que sí es real es que Yucatán sigue estando a la cabeza en el país en cuanto a nuevos casos, y esto es porque hay programas de detección que se realizan a nivel municipal, estatal y federal, más los que se llevan al cabo por organizaciones civiles.
Así lo considera Pablo Alemán Góngora, presidente de la Red de Personas Afectadas por VIH (Repavih), quien desde hace 23 años realiza trabajo voluntario para esta organización de la sociedad civil, la cual ofrece pruebas gratuitas de VIH, Sífilis y Hepatitis C.
Asegura que desde la sociedad civil no han notado una diferencia importante de nuevos casos de VIH en la entidad, aunque sí ha habido más notificaciones que en años anteriores.
Detalla que en el caso de Repavih, este año se han detectado a 43 personas con VIH, que representan el 16.9 % de los detectados con este virus en Yucatán.
En el estado, hasta el 15 de noviembre pasado, se detectaron 493 casos, de los cuales 245 fueron detecciones de VIH, y 248 en situación de enfermedad, es decir, personas que ya presentan sintomatología, y tienen problemas como diarreas frecuentes, tuberculosis, toxoplasmosis y linfoma, entre otros males.
Registros
Además señala que en otros años se han registrado 700 casos de VIH, por lo que la cifra no ha crecido con relación a años anteriores.
Pese a ellos, indica que Yucatán permanece en los primeros lugares con el mayor número de casos, pero esto ocurre por el trabajo de detección que se tiene en el estado desde la sociedad civil, y a nivel federal, estatal y municipal.
Un factor que contribuye a esto es que en Yucatán el municipio más lejano es Peto, que tiene cercanía con Ticul, mientras que en otros estados del país hay comunidades en las que tienen que viajar hasta 14 horas para llegar a un centro salud, una diferencia importante para la detección de casos. Algo similar ocurre en las entidades con problemas de seguridad, ya que hay una mayor preocupación por la inseguridad, y las cuestiones de salud como la detección de VIH pasan a segundo plano.
En el caso de Repavih, apunta que hacen trabajo de detección de manera independiente, aunque sí reciben por parte de la Secretaría de Salud de Yucatán insumos para la realización de pruebas de VIH, sífilis y hepatitis C, así como el 80 % de los condones que distribuyen todo el año, pero la agrupación aporta guantes, alcohol y otros insumos que utilizan, así como condones y el trabajo voluntario, que no solo se enfoca en la detección, sino también en la prevención a través de pláticas y talleres que ofrecen donde se les solicite.
Precisa que en Repavih este año se han detectaron 43 casos de VIH, y el año pasado fueron 28; sin embargo, en 2023 la cifra fue de 30 casos, en 2022 de 55 casos y en 2021, de 50 casos.
Los números considera que reflejan una constante, pues si bien hubo una baja en 2023 y 2024, piensan que esto pudo deberse a la apertura del wellnes center, un espacio para la detección y atención del VIH y las enfermedades de transmisión sexual, en lo que era el Centro Materno Infantil.
Encuentros
Pablo Alemán externa que no cree que el auge de los encuentros casuales propiciados a través de las redes sociales, apps de citas o espacios alternativos sean la causa principal de la transmisión del VIH, sino más bien el consumo de sustancias adictivas que deja a las personas vulnerables.
Como ejemplo, cita el caso de un anexo al que acudieron apenas la semana pasada en el que hay 33 mujeres e hicieron 26 pruebas, que salieron negativas, pero ya había cinco mujeres con VIH detectadas desde que llegaron al lugar, pues para entrar les hacen la prueba de VIH. Estos cinco casos representan más del 10 % de la población del anexo.
Resalta que el uso de sustancias ilícitas lleva a las personas a perder la conciencia del cuidado de su persona y su salud, por lo que comparten jeringas y también tienen encuentros sexuales sin protección.
Esto es visto como un flagelo para el combate al VIH, pues el consumo de sustancias se da en toda la sociedad, en personas con riqueza, pero también con bajos recursos.
Afirma que hay personas con recursos, quienes prefieren ser tratados del VIH en clínicas privadas, y pagan en las farmacias alrededor de 16 mil pesos en medicamentos cada mes, pues si van por los fármacos a las clínicas públicas su nombre queda registrado en una plataforma nacional y no quieren esto.
Externa que en Yucatán hay suministro suficiente de medicamentos para VIH, no hay faltantes.
Sobre el número de personas que atienden en la asociación a su cargo, indica que tan sólo este año ya han acudido 1,400 personas, tanto buscando información como la realización de pruebas gratuitas, la cifra crece cada año y muchos son jóvenes.
Por ello ofrecen pláticas de prevención donde se les invite, sobre todo en las escuelas.
De las 1,400 personas que ya han atendido, el 70 % reportó que nunca se había hecho una prueba de VIH, y el 30 % restante se la ha hecho cada uno o cuatro años. El 99 % de quienes fueron a Repavih se puso en riesgo al menos una vez, razón por la que acudieron a checarse.
Explica que las personas deben una vez al año hacerse la prueba de VIH si son sexualmente activas, ya que a veces por tener una pareja o estar casados creen que no se pueden enfermar, y la realidad es no hay la certeza de la fidelidad, es algo que han visto en muchas parejas
Manifiesta que entre las prácticas de mayor riesgo que observan actualmente entre la juventud está el mantener relaciones sexuales con penetración sin el uso de condón. Enfatiza que para que el virus de VIH se transmita tiene que haber penetración sexual, ni la frotación, ni los besos ni el sexo oral son prácticas en las que se pueda transmitir, aunque si pueden ser vía de transmisión de otras enfermedades.
En Repavih hay dos grupos semanales para la atención de personas con VIH, gratuitas y confidenciales.
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