Por Enrique Aranda
Nos traicionó… ¡lo invité (a Morena) y no aceptó!
En 363 días más, México tiene una cita con la historia, con su propia historia. Una cita ante las urnas en la que la totalidad de los mexicanos y mexicanas deberemos elegir entre la preservación de la imperfecta democracia existente aún, el respeto al Estado de derecho y la vigencia de los derechos de unos y otros o el retorno de los tiempos del presidencialismo autoritario, incuestionable, donde el decir y querer de uno prevalecía o se imponía —según el caso— sobre el de la sociedad.
Hablamos, claro, de los comicios más trascendentes de la historia del México moderno, los del 6 de septiembre del próximo 2021 en que, al margen de estar en juego un total de 21,368 cargos de elección: 15 gubernaturas, 500 diputaciones federales y 1,062 locales, más casi 20,000 posiciones en la mitad de los ayuntamientos— se definirá, por dramático que ello parezca, el rumbo y eventual destino del país.
Será ése el momento en que, parafraseando a Andrés Manuel López Obrador, impulsor indiscutido de una de las opciones: “o somos conservadores o somos liberales; o se está con la transformación (de la 4T), o se está en contra de la transformación” que él promueve. De cara a ello y en relación a ello es que a partir de ahora deben vertirse opiniones, asumir posiciones en relación a uno y otro tema (de cara al futuro) y/o emprender acciones específicas. Ni más ni menos…
Ése y no otro, entonces, es el reto para la oposición partidista que, carente de liderazgos representativos, parece urgida a buscar éstos en ámbitos de la sociedad y a formarlos para enfrentar el difícil futuro que se anuncia, así como para las tres o cuatro nuevas organizaciones que, presuntamente, verán luz a partir de agosto. Ése, sin duda, será el momento en que empresarios y sociedad exhiban el cúmulo de decisiones y ocurrencias que han colocado a la economía al borde del abismo de una ya inevitable recesión y han sumido en la pobreza a millones de mexicanos más…
Será ése el momento de revisar la incierta politiquera y tardía estrategia asumida ante el embate de la pandemia del coronavirus que, hasta el sábado, costaba al país más de 13,511 vidas y 113,619 infectados; de revisar la cancelación de programas sociales prioritarios para privilegiar otros que se traducen en apoyo acrítico y electorero,
desechando otros que en verdad aportan a la superación de carencias históricas de la población.
En fin, de cara a esa histórica jornada es que habrá que comenzar a colocar en la balanza los muchos errores de una administración que, lejos de unir a la población, la ha confrontado al extremo para, entonces sí, estar claros y al margen de “simulaciones o medias tintas”, elegir entre libertad y democracia, o la sumisión y el autoritarismo. Tomémosle la palabra…
asteriscos
* Creciente malestar entre medioambientalistas ante la indolencia y desprecio de la 4T hacia el tema “cuando éste, claro, no es susceptible de ser utilizado políticamente”. Ahora, al margen de nuevas “sorpresitas”, el presupuesto destinado a defensa y conservación del medio ambiente es 50% más bajo al ejercido con Felipe Calderón Hinojosa en 2012. Ahí están las cifras…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx
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