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Líder del suspendido Clausura 2020 y también primer lugar del torneo actual, Cruz Azul bien pudo ahorrarse una buena cantidad de dinero en refuerzos en las últimas campañas porque a la mayoría de ellos los tiene relegados en la banca.
Desde el torneo pasado, los elementos que llegaron a apuntalar al plantel celeste han sido relegados al grado de que el Shaggy Martínez, uno de los fichajes que emocionaron a la afición azul ni siquiera ha debutado en el Guard1anes 2020.
La directiva hizo un mínimo de movimientos para este semestre, con solo dos altas, la mencionada del Shaggy y la de Juan Ignacio Rivero, quien apenas acumula 111 minutos en 6 partidos, es decir, apenas 18 minutos por encuentro.
El Shaggy llegó del Morelia porque no aceptó las condiciones que le ofrecía el Mazatlán FC, el club en que se convirtió Monarcas, y al menos el gasto no fue grande porque llegó como jugador libre.
Sin embargo, el defensa no ha tenido oportunidades porque Adrián Aldrete es indiscutible en la lateral izquierda. Aunque Martínez también puede jugar por derecha, tampoco le ha ganado el puesto al paraguayo Juan Escobar.
Por su parte, Rivero, quien llegó después de que Cruz Azul compitiera por su fichaje con Xolos, tampoco ha encontrado lugar porque el mediocampo está plagado de jugadores con buen nivel.
Rivero solo ha entrado de cambio por jugadores como Roberto Alvarado, Elías Hernández, Orbelín Pineda y hasta Juan Escobar en la Fecha 2 contra Puebla para buscar el empate en la recta final.
LOS FICHAJES PREVIOS TAMPOCO HAN IMPRESIONADO
Pero no solo en esta campaña los celestes se han dado el lujo de despreciar a sus refuerzos, pues desde el inicio del 2020 las incorporaciones no han confirmado haber sido la mejor apuesta de la directiva y cuerpo técnico.
Para el Clausura 2020, el club rompió el mercado con la contratación de una de las promesas del futbol mexicano: Sebastián Jurado, a quien ganaron en la carrera contra clubes como Pumas, pero el juvenil sigue siendo suplente de Jesús Corona.
Por su parte, Pablo Ceppelini, Lucas Passerini y Alex Castro fueron traídos del extranjero con la intención de enriquecer la zona ofensiva, pero el primero ha tenido pocas oportunidades y el segundo de plano fue enviado a Necaxa para tener fogueo, mientras que el colombiano espera en la banca tener minutos, que al menos este torneo se le han negado por completo.
Además, Jonathan Borja llegó como promesa de gol para conjuntarse con Jonathan Rodríguez, pero el cuerpo técnico ha decidido darle mayor peso y confianza al canterano Santiago Giménez y relegar al ecuatoriano, a quien le buscaron salida en la MLS, sin éxito.
LUIS ROMO, LA EXCEPCIÓN DE LA REGLA
El único refuerzo que ha rendido en todo un año es Luis Romo. Desde que se enfundó en la camiseta celeste, el ex de Querétaro cargó con la responsabilidad y se convirtió en ese jugador que reparte el juego, que equilibra la defensa y el ataque desde el centro de la cancha. Información Medio Tiempo
