¿Cuál es el plan?

Por Pascal Beltrán del Río

Transcurrido 53% del periodo presidencial, está claro que no se han cumplido las expectativas que millones de ciudadanos se hicieron sobre el desempeño del gobierno y que el propio Andrés Manuel López Obrador se encargó de fomentar mediante promesas hechas durante su campaña electoral, así como en su discurso de toma de posesión.

Por mencionar algunos rubros, la economía se encuentra en un nivel bastante más bajo del que tenía en 2018; tenemos la inflación más alta de las últimas dos décadas y no hay señales de que se vaya a ralentizar pronto su ritmo de crecimiento; la salud de los mexicanos se ha deteriorado por el mal manejo de la pandemia, la avería de los servicios médicos y la escasez de medicinas, y la violencia ha vivido su peor trienio desde la Guerra Cristera.

Se puede alegar, desde luego, que no todo ha sido culpa de los actuales servidores públicos. Sin duda, el país arrastraba inercias negativas y hay problemas de corte global que han estallado en las manos de la presente administración.

Sin embargo, esos hechos no descargan de responsabilidades al gobierno. Y en lugar de recibir sinceridad y compromiso por parte de sus autoridades, los mexicanos obtienen dosis diarias de pretextos, ideología, incitaciones a cambiar de tema y negación de la realidad.

El Presidente podrá repetir todas la mañanas que las cosas pintan bien, pero eso no quitará que estén mal. También podrá culpar a los gobiernos “neoliberales” del pasado y a sus “adversarios” de todo lo negativo que sucede, pero eso no lo eximirá de la obligación de entregar el país, en septiembre de 2024, en mejores condiciones de las que se lo entregaron a él.

El problema es que, para lograrlo, no parece tener plan.

Por ejemplo, ¿cómo va a sacar a la economía del bache en que cayó desde semanas antes de su toma de posesión? En unos días sabremos exactamente cuánto creció el PIB en 2021, pero ya podemos pronosticar que el rebote apenas alcanzará para recuperar poco más de la mitad de lo perdido el año pasado. ¿Cómo va a lograr que este año la economía pueda crecer lo suficiente para salir del hoyo de la pandemia, cuando estamos viendo que la locomotora estadunidense no ha recuperado su tracción y padecemos una constante salida de capitales?

Y ¿cuál es el plan del gobierno para superar los otros problemas, como la violencia criminal? Por lo que escuchamos, el único alivio es alegrarnos de que en 2021 tuvimos un descenso de 3.4% en el número de homicidios dolosos respecto del año anterior (es decir, pasamos de tener un promedio de 94.4 asesinatos al día, a 91.5).

Pero eso no es un plan, ni nada de lo que habla regularmente el Presidente. Con ocurrencias e ideas fallidas no vamos a remontar la cuesta. Tampoco negando la realidad o tratando de taparla. Se requiere estrategia y voluntad para cambiar de curso y dejar de caminar desparpajadamente, como vamos, hacia los linderos del Estado fallido.

Buscapiés

* El viernes pasado, el precio promedio de la gasolina tipo Magna estuvo en 20.64 pesos por litro. Haciendo la conversión a un tipo de cambio de 20.46 pesos por dólar, el mismo volumen del mismo tipo de combustible se vendía en un promedio de 18 pesos en Estados Unidos y se conseguía por debajo de los 15 pesos en algunos puntos de la frontera con México, como Laredo. Ese día, la gasolina estuvo incluso ligeramente más barata en Guatemala que en México.

* Ayer domingo cumplió cinco años al aire la primera emisión de Imagen Radio, el noticiario matutino que tengo el honor de conducir. Agradezco a Grupo Imagen la oportunidad de hacer periodismo. Gracias también a todo el equipo con el que he caminado durante este lustro. Y, sobre todo, gracias a la audiencia que por ella y para ella hacemos el programa. Información Excelsior.com.mx

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