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Por Enrique Aranda
Ausente de la escena política apenas hacerse de la presidencia del Revolucionario Institucional (PRI) tras un cuestionado proceso, Alejandro Alito Moreno parece avanzar con paso firme, sin pausa, en el desmantelamiento del tricolor y el alejamiento-ruptura con el partido de sus principales liderazgos tradicionales… en atención, presumiblemente, de “instrucciones” recibidas de su principal promotor y apoyo, el expresidente Enrique Peña Nieto y no pocos de sus principales operadores.
Ello, al menos, es lo que de manera consistente —“al margen micrófonos, se entiende”— aseguran ahora dirigentes a nivel estatal y/o nacional incluso del pasado reciente que, hoy por hoy, prefieren mantenerse lejos del escenario político —“en el ostracismo, pues”, explicitaría alguno—, so pena de ser arrastrados a un activismo que, además de infructuoso, dado el creciente rechazo ciudadano hacia el priismo, pudiera llevarles a “poner cara” por el campechano exgobernador que, por su parte, opta por mantenerse en silencio —pues “calladito se ve más bonito…”— y cuida no abrir flancos con el gobierno federal que, en otro momento, pudieran ser utilizados en su contra…
Hablamos, para decirlo pronto, de una suerte de proceso de “deconstrucción silenciosa” del otrora partidazo que, si bien continúa presente en los tres poderes y niveles de gobierno, nadie duda de que se encuentra inmerso, salvo la adopción de medidas urgentes que lo reviertan, en un proceso hacia su extinción, merced a su desprestigio y decreciente apoyo social que, en opinión de muchos, derivará en el fortalecimiento del ahora patido- gobierno, Morena, que, huelga recordar, tiene ahora en un sinnúmero de cuadros provenientes del priismo, Andrés Manuel López Obrador incluido, a sus principales dirigentes y/u operadores.
Un año casi después de iniciada la gestión del actual gobierno, nada, pues, parece tan claro como que, para el Ejecutivo, la oposición partidista prácticamente no es digna de consideración alguna y, si alguna de las fuerzas del sistema entra, como es el caso que nos ocupa, en proceso de deterioro y/o extinción, pues qué mejor…
Alito, pues, ¿el deconstructor?…
ASTERISCOS
* Urgido, al más puro estilo de la 4T, de crear un escándalo (real) que permita desviar la atención de asuntos que él mismo encabeza —como el ilegal y antidemocrático bonillazo— para centrarla en los de otros, el cínico Jaime Bonilla acusó a Francisco Kiko Vega de toda suerte de ilícitos y, ¡ojo!, extraoficialmente (se) “filtró” la vinculación de Santiago Creel. Ufff…
* Luego de que el panista gobernador Martín Orozco repudiara la fraudulenta imposición de la pejista Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la CNDH y desconocerla como tal, el expriista… Ricardo Monreal se evidenció al criticar que aquél y otros blanquiazules “manden al diablo las instituciones”, cuando su jefe de turno hizo lo propio ¡desde 2006!…
* Al encabezar la instalación del Consejo Académico del Instituto de Especialización en Justicia Administrativa capitalino, que lidera la ministra en retiro Margarita Luna Ramos, la ahora ministra de la Corte, Yasmín Esquivel Mossa, destacó la urgencia de ahondar en la especialización de los servidores públicos, los del sector judicial de manera especial…
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx