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Música Mayapax, la música de dios ¿se extinguirá?

Por Pedro Kumul / Noj Tunich

En el marco del homenaje póstumo realizado al músico de Mayapax, Don Vicente Ek Catzin por parte de las instancias como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI)que preside la Lic. Susana Valencia Moreno delegada estatal y la Lic. María Candelaria Raygoza Alcocer subsecretaría de Desarrollo Social e Indígena del estado, tuve esa oportunidad de hablar de este gran músico y de mi relación con la música de los dioses, tal como le llaman al Mayapax.

El día de hoy vengo a platicarles algo que merecemos conocer como habitantes de este municipio, porque forma parte de nuestras tradiciones y a los amigos que nos visitan y que aún no conocen, será un gusto compartirles parte de ellas.

Llegué a esta región y que forma parte del Mayab y me sucedió tal como a la mayoría le ha pasado, ajeno al sonar del bombo, la tarola y el violín; fue como llegar a una dimensión desconocida. Con el tiempo comprendí que fue un encuentro conmigo mismo y con nuestra historia.

En el año 2006, cuando comencé a trabajar en la radio XENKA tuve un acercamiento más directo con esta música y entonces la comencé a escuchar detenidamente. Al principio no lograba identificar nada, era un mismo ritmo y sonido. Me puse como meta leer todo lo que estaba escrito a cerca de esta música y no encontré mucho. Entonces comencé a buscar la forma de entender cada sonido, cada pieza y los momentos en que deberá ser ejecutado.

Conocer al Mayapax, era necesario, porque tenía la responsabilidad de preservar y cuidar el acervo fonográfico de la radio, y más aún, si ya conocía a algunos artistas que sonaban en las radiodifusoras, pero nunca le había prestado atención, luego si alguien visitaba la radio y me preguntara, ¿Cómo iba a responderle?

Las respuestas y la información las fui encontrando con los mismos músicos del Mayapax. En un principio, debo reconocer, que no fue fácil llegar y platicar con ellos, porque son reservados y guardan con recelo esta esta tradición musical, pero sobre todo no es cualquier música sino que es la representatividad de algo sagrado.

Me di cuenta que la única manera de conocer es ir a las comunidades, así empezó a encajar todo. Fue entonces cuando encontré un material escrito sobre músicos Mayapax que especificaba el número de grupos que existían. Me sorprendió ver que había cerca de 50 grupos. Entonces aproveché cada salida comunitaria de la radio para contactar a cada grupo de cada comunidad; al lograr recorrer todas las comunidades, del total de grupos que estaban registrado, solo logré ubicar a 18, ¿Qué había sucedido?

En solo 10 años como por arte de magia los grupos habían desaparecido, entonces seguí investigando y noté que muchos grupos “dejaron de existir para los registro”, sobre todo, de aquellas personas que hacen investigaciones y recopilaciones de ocasión, que creen que con solo dos o tres meses creen haberlo conocido todo.

El desánimo llegaba por momentos porque cuando buscaba charlar con los maestros de la música mayapax, se negaban o simplemente me decían que era parte de esos oportunistas que llegan a realizar grabaciones y con la misma profanan la esencia de esta música, no faltó alguien que me dijera que si realmente quería conocer esta música, tenía que pasar algunas pruebas y que si lograba superarlas entonces entraría en comunicación con los ejecutantes de esta música.

Entonces ¿cuál es la razón por la que cada vez son menos?

– Algunos músicos mencionan que ahora los jóvenes prefieren las cosas modernas, la necesidad de salir para trabajar a otros lugares los han hecho cambiar, ahora prefieren adoptar otras costumbres, lo que de niños solían hacer en las fiestas tradicionales poco a poco lo han dejado en el olvido o simplemente se avergüenza de ello.

– Otros mencionan que la falta de atención de las instituciones encargadas de apoyar, poco hace para que esta música que es parte de la identidad del pueblo maya permanezca.

– También hubo quien decía que el trabajo mutuo entre la comunidad y las autoridades pedía fortalecer la preservación de las tradiciones, para eso, era necesario convocar a reuniones entre los músicos, y de esa forma cada grupo externara sus propias necesidades y a la vez, logren acuerdos para trabajar un proyecto sólido mismo que permitiera fortalecer la permanencia de esta música.

Otra realidad, la mayoría de los músicos son personas mayores de edad, algunos ya han fallecido y todo su conocimiento también se lo han llevado, y me pregunto porque hay poco interés para mostrar este valioso legado.

De los grandes músicos que recuerdo están don Marcelino Chable y Don Idelfonso Cauich, fueron ellos quienes me enseñaron el verdadero valor del Mayapax; a Don Idelfonso lo recuerdo porque a pesar de estar postrado en su lecho de muerte tuve la oportunidad de escucharlo cantar por última vez diciendo: le canto a mis amigos locutores; estábamos presentes el amigo Manuel Chan y su servidor, son esos detalles que llevaré por siempre en mi mente y mi corazón.

Y, un día como hoy, pero de hace dos meses, nos enteramos de la partida de Don Vicente Ek, otra piedra angular del Mayapax ha ido a dar su concierto al dueño de la música. Fue él quien un día nos platicó que la música Mayapax tiene su origen durante la guerra de Castas y que fue Don Agustín Sosa Pech, quien le enseñó a Don Julián Ek quien era su padre, quien a su vez, le pudo enseñar un total de 60 piezas musicales.

Don Vicente, nos confió que la Mayapax, los mayas cruzo’ob, lo consideran como la música de Dios porque les recuerda a sus héroes, como al general Jacinto Pat ganaba una batalla, tenía que hacer una danza a manera de agradecimiento a Dios; ahí, donde había aparecido la Cruz y era acompañado con la música del violín, el bombo y la tarola. Cuando platicaba esto, se ponía a recordar esa pieza que dice: Que viva la Santa Cruz, que viva los pobrecitos mexicanos, que viva el cayun santísima Cruz, kulukba ti’ noj k’aax Balam Naj, licencia les pido señores dame Dios tus bendiciones, estrella de las mañanas, mañana por las mañana, hermanito de la rosa, componme a los amigos, madrecita flor de la lima, madrecita flor de la manzana, una botella sin tapa, dame una copita, Jesucristo de la compañía ma jalili’ ti’ kayum ti’ Diosi, ay, ay sin más, ay ay sin balas, allá hay machete.

De ahí el por qué la música es de Dios, porque es una plegaria para que los mayas reciban protección y para que sean cuidados del enemigo.

De acuerdo a la tradición, para iniciar a un músico se tiene que hacer una primicia para entregarle a Dios y así lograr ganar las bondades y la sabiduría para que el futuro músico pueda aprender, ese fue su caso; en vida también compartió sus conocimientos para enseñar a varios niños; tuvo la oportunidad de ir a varias partes de la república mexicana para llevar y enseñar esta música.

En los últimos días de vida de Don Vicente y a pesar de que padeció de lagunas mentales, lo que nunca se le olvidó fue la música; a pesar del cansancio siempre se le vio risueño y cuando podía tocaba la música Mayapax, así lo recuerda su nieto, Fulgencio Ek.

La mayoría de los maestros músicos es su anhelo por enseñar lo que saben, para que cuando ellos ya no estén con nosotros, su legado continúe con las nuevas generaciones; ahora que estamos recordando a don Vicente, me viene en la memoria de aquel encuentro con músicos de Mayapax en donde señalaron que es su deseo que exista un día dedicado a quien ejecuta esta música, y que sea conmemorado tal y como se ha hecho con otras actividades y celebraciones, con la finalidad de sensibilizar a niños y jóvenes, para que tengan esta formación, pero sobre todo, que se destinen los recursos suficientes para que se fortalezca ese día especial como parte de nuestra identidad Quintarroense.

La música Mayapax, la música de Dios; su destino está en nuestras manos para que nuestros niños y jóvenes lo conozcan y sepan valorar las expresiones viva del pueblo maya Cruzo’ob de Quintana Roo.

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