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Corresponsalías/ Yucatán al Instante
Hunucmá, Yuc., 03 de agosto 2021.- Vaya sobresalto se llevó una mamá de este municipio, quien mientras se encontraba practicando su zumba de todos los días, le avisaron que su hijo de siete años estaba atorado en una ventana de su casa, gritando y pidiendo ayuda.
Este caso, que para algunos fue bastante chusco pero sí le originó un buen susto a la mujer, pero afortunadamente terminó con un final feliz cuando los vecinos auxiliaron al menor quien ya estaba desesperado pues pasó varios minutos atorado entre las barras de herrería.
Todo ocurrió este martes alrededor de las 7:30 horas en un predio de la calle 30 por 17 del fraccionamiento Villareal, perteneciente a la colonia San Martín, cuando doña Josefa “N”, de 46 años de edad, salió como todos los días a sus clases de fitness, y dejó a su hijo de siete durmiendo bastante tranquilo. La intención de la madre era regresar a tiempo, luego de su rutina. Entonces cuando la mujer estaba a mitad de su ejercicio, su hijo identificado con las iniciales I.C.T. despertó y comenzó a buscarla por toda la casa, pero al ver que no estaba fue cuando salió al patio y la puerta se le cerró, por lo que no pudo entrar de nuevo.
A su corta edad, al niño se le hizo fácil intentar ingresar por la ventana aprovechando su complexión delgada, sin embargo, solo se quedó en intento ya que su cabeza terminó atorada entre los barrotes de los protectores.
Ya al darse cuenta que no se podía zafarse comenzó a gritar para pedir ayuda, por lo que los vecinos se movilizaron para destrabar de ese traspié.
Los mismos vecinos del fraccionamiento se unieron para apoyar y con un esmeril cortaron el protector para sacar la cabeza del chamaco. Mientras uno de ellos fue dar aviso a la progenitora, quien al llegar se dio cuenta que no era vacile, al ver a varios colonos dentro su domicilio.
Incluso también arribaron elementos de la policía municipal y paramédicos, quienes revisaron al niño y se reportó sin lesiones, pero eso sí, se llevó un buen susto que jamás olvidará.
Cabe destacar que su pequeño perro, como fiel compañero, nunca se despegó de él mientras estaba en aprietos.
