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Javier Lozano, vocero de Meade, recibió una irónica respuesta de El Peje a las acusaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones mexicanas.
El precandidato presidencial de Morena se plantó ayer en el muelle del Puerto de Veracruz y grabó un ocurrente video en el que se burla de Lozano y de todos los que hablan de la conspiración rusa a su favor.
Muy sonriente apareció el tabasqueño en el muelle del Puerto al tiempo que reviraba no sólo al expanista, sino a todos los que hoy gritan que allí vienen los rusos. Dijo:
“Aquí estoy en espera que llegue el submarino ruso que me va a traer el oro de Moscú.
“Ya ven que el vocero de Peña y de Meade habló de que está metido el gobierno ruso. Ya soy Andrés Manuelovich. Dejé de ser El Peje”, dijo ayer el tovarich
de Morena.
De la ironía pasó a la burla: “Ya vivo del loro de Moscú. Cuando la verdad es que vivo de un loro que tengo allá en Palenque…”.
Y levantó el pulgar para despedirse.
La ingeniosa respuesta de Andrés fue reconocida hasta en el cuarto de guerra de José Antonio Meade. Ésa y el Amlodipino —“Andrés a Los Pinos”— que recomendó el “candidato de Putin” a los que están nerviosos por su ubicación en las encuestas sobre intención de voto.
No lo dicen, pero saben que Javier Lozano se estrenó poniéndole el balón al candidato moreno y les metió gol.
El toque de sensatez en todo este asunto de la injerencia rusa vino de Alfonso Navarrete Prida. El flamante secretario de Gobernación dijo ayer que los señalamientos sobre la supuesta amenaza rusa deberían estar sustentado en pruebas.
Rocío Nahle, coordinadora de la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, también le entró al debate: “Es una burla o de plano Lozano no estaba cuerdo cuando hizo esa declaración. Al rato nos van a bautizar como
Rocío Nahlesov; Martí Batrisov; Claudia Sheinbaumosky; Yeidckol Petrovska…”. Por cierto que recibimos el miércoles un tuit del “espía ruso” John Ackerman, que cito textual:
“Agradezco a @panchogarfias sus razonadas palabras hoy en @Excélsior. Sólo una aclaración: quien me llamó “nuestro hombre en México”, como broma evidente, no fue un directivo de RT (Russia Today), sino un locutor gringo: @maxkeiser”.
El polémico profesor universitario subió ayer un video a las redes sociales en el que pide a los que hablan de injerencia rusa un poco de seriedad.
“La Guerra Fría terminó hace más de tres décadas.
Vladimir Putin es uno de los líderes más capitalistas del mundo y a mí nadie me dice qué decir u opinar”, asevera.
Y les recomienda “de la manera más respetuosa” que ya no vean moros con tranchetes”.
Ricardo Anaya y José Antonio Meade compiten por el segundo lugar en las preferencias electorales. Es lo que dicen las encuestas. Los dos están por debajo de AMLO. En el “cuarto de guerra” del candidato del tricolor lo tienen muy claro. Las encuestas internas reflejan lo mismo que las que conoce el público. El abanderado del PRI y el candidato panista están en empate técnico en las preferencias electorales.
El círculo de Meade lo considera “un milagro”. Destacan que José Antonio, quien no es priista, se desenvuelve en un contexto muy complicado. La marca no le ayuda. No tiene credibilidad, no hay confianza en el gobierno federal, la cota de popularidad del presidente Peña nomás no se recupera. Y aun así, no se desfondó.
“Anaya es el que debería de estar preocupado”, subrayan.
En el citado cuarto de guerra siguen con lupa los pasos de Anaya. Nos aseguran que su arranque ha sido malo. Destacan el hecho de que en el primer evento, el panista se deslindó de Calderón y de Fox. Eso rompió con “los fundamentos” del PAN.
Saben también que trae problemas con varios gobernadores azules. Y nos dicen más. Ricardo hizo alianza con partidos de izquierda que no comparten los valores conservadores del panismo. Están convencidos de que cometió un error al ponerse el chaleco del PRD que, por cierto, no era de su medida.
¿Cuántos panistas se sentirían traicionados? ¿Cuántos perredistas o emecistas de base verán con entusiasmo que Anaya sea su candidato presidencial? preguntan con razón.
Dicen los defensores de Manlio que del análisis de la Carpeta de Investigación del supuesto desvío de recursos a campañas del PRI en el 2016, que llevó a la cárcel a Alejandro Gutiérrez, se desprende el propósito real del gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
Ese propósito lo sintetizan en tres objetivos: la extradición de César Duarte, que la PGR ya anunció; lograr la transferencia de los 700 millones de pesos que supuestamente le regatearon por la investigación “que la SHCP le volverá a negar”, y hacer campaña, sin candidato, a favor de Ricardo Anaya.
“En una de esas el chirrión se les puede voltear por el palito”, rematan. Información Excelsior.com.mx