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La araña, de la especie Loxosceles, está en proceso de descripción. “Necesitamos nombrarla, medirla, fotografiarla, escribir el artículo y posteriormente publicar nuestros resultados en una revista científica de impacto internacional. Es un descubrimiento importante”, afirmó.
La especie, provisionalmente llamada Loxosceles sp., es del estado de Puebla y será la número 37 de las que habitan en México.
“En el país están descritas hasta ahora 36 arañas violinistas, todas del género Loxosceles, y a nivel mundial existen 113”, informó.
En México tenemos la mayor diversidad de estas arañas en todo el mundo. Algunas son endémicas del país y otras se comparten con Estados Unidos.
“Todas las Loxosceles son consideradas de importancia médica por el tipo de veneno que tienen al momento de la mordedura. No obstante, pueden producir necrosis tisular o muerte de tejido, y en casos más graves daño sistémico que incluye órganos internos, que regularmente son los que tienen desenlaces fatales”, comentó.
Las mordeduras de este tipo de arañas son delicadas. “La etapa crítica son las primeras 24 horas, y a veces hasta las 48 horas se empiezan a ver los efectos. La reacción comienza con una llaga que se expande y produce una necrosis tisular (o muerte del tejido) bastante considerable”, resaltó.
Este efecto es reversible y actualmente hay tratamiento para detener la necrosis, pero depende de la cantidad de veneno que inoculó la araña, aclaró.
Lo recomendable, si se sospecha de una mordedura de araña violinista, es recolectar el espécimen para estar seguros del tratamiento a seguir, pues con frecuencia las personas confunden la mordedura con una infección por hongos o problemas de pie diabético.
Para reconocerlas, al verlas desde arriba en su cefalotórax se puede apreciar una figura que emula a un violín, además de que cuenta con tres pares de ojos y no cuatro como todos los demás arácnidos. Información noticiasmvs.com