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¿El mejor gobierno en los peores momentos?

Por Francisco Garfías

Al Presidente le vendieron espejitos y los compró. Durante su intervención en el Segundo Informe de Gobierno aparecen rasgos de megalomanía (ideas de grandeza) muy marcados.

Se le olvidó que elogio en boca propia es vituperio. “En el peor momento, tenemos al mejor gobierno”, sostuvo en su mensaje a la nación.

Allí están los 65,241 muertos por la pandemia (cuarto a nivel mundial) para corroborarlo. El desplome de dos dígitos en la economía (Arturo Herrera pronostica, para el 21, la peor crisis desde 1932); la violencia récord que nos tiene en la vitrina del horror a nivel mundial.

Aunque él jura, con sus propios datos, que en casi todos los delitos hay disminución, comparado con el 2018, organizaciones de la sociedad civil, como Causa en Común, lo cuestionan.

La organización que encabeza María Elena Morera afirma que las carpetas de investigación por delitos aumentaron en el 2020: un 37 por ciento comparado con Fox; un 23 por ciento con Calderón y un 16 por ciento con Peña.

“Hay menos feminicidios”, aseguró el Presidente. Pero el SESNSP (cifras oficiales) tiene otros datos: reportó 566 de enero a julio de este año, un aumento del 5 por ciento con respecto a 2019.

¿El mejor gobierno en los peores momentos?

* El lunes, por cierto, se aventó una puntada en la mañanera. Citó una “encuesta internacional” —no dijo ni quién la hizo, ni cuándo, ni el método que se siguió— que lo ubica como el segundo presidente mejor evaluado del mundo.

En esa idea de que todo lo hace bien, no admite encuestas, como la de Reforma, que lo ubica por debajo de un 60 por ciento de aprobación. Si una medición le da menos, está cuchareada, según él.

“Yo tengo mi encuesta. 70 por ciento, 65, 64 de aprobación, y a la pregunta: ¿Si hoy fuese la elección de que se quede o que se vaya?, traigo 70 que me quede, 25 que me vaya, y cinco que le da igual”, dijo en la mañanera.

* Un dato que llamó la atención fue la brevedad del informe. Lo liquidó en tres cuartos de hora (menos de la mitad de lo que duró el Primer Informe). Todo un récord para un populista. Fue reiterativo. No hay mucho nuevo que informar. Las mañaneras duran entre 90 y 120 minutos. Usó las mismas frases desgastadas.

Abrió con el tema del combate a la corrupción. Le puso números incomprobables al ahorro que se ha logrado por esta vía y la de la austeridad: 560 mil millones de pesos. “Ya no hay funcionarios como García Luna”, aseveró.

Y la gente le cree en este tema. Una encuesta del prestigiado diario El País, edición México, revela que un 65 por ciento de los mexicanos considera que las políticas de López Obrador reducen la corrupción, pero seis de cada diez dicen que no persigue de la misma forma todos los casos.

López Obrador prosiguió con la crisis económica y su injustificado optimismo. “Ya estamos empezando a crecer, el peso se aprecia, la mezcla de petróleo subió de cero a 40 dólares, el empleo se recupera, vamos a salir sin contratar deuda…”, dijo.

Repite lo mismo desde que llegó a Palacio. Pero en los 20 meses que lleva en la presidencia no sabemos lo que es crecer.

El covid-19 estuvo muy presente. En 45 minutos lo mencionó 15 veces. Presumió camas, ventiladores, más personal de salud.

No faltó la caricia a Donald Trump, so pretexto de su viaje a Washington, el único que ha hecho al extranjero. “Nos trata con respeto, elogió a los paisanos”, dijo.

Al fiscal Gertz Manero y al presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, les llamó públicamente la atención por no estar presentes en el informe.

“Los invité. No pudieron asistir. Tuvieron la arrogancia de sentirse libres de no venir. Es el cambio”, dijo.

* López Obrador no fue López Obrador. Se veía cansado, desanimado, con ganas de terminar.

“Lo vi muy alicaído, muy lejano de cuando exudaba fuerza y convicción”, nos dijo Jesús Ortega, exdirigente del PRD, para quien el informe fue una “apología de la mentira”.

El diputado del PAN, Marco Adame, resumió su sentir:

“El mensaje presenta un mundo feliz, cuestionado por una trágica realidad de violencia, inseguridad desbordada, crisis económica profunda, muertes inaceptables por una pandemia mal manejada”.

Rafael Hernández Estrada, autor del libro Servidores de la nación, la operación política del gobierno de la 4T, vio un presidente a la defensiva y sin respuesta a los grandes problemas nacionales.

“Se sigue enredando con las cifras, como la de 560 mil millones de pesos de ahorro por la austeridad y la corrupción”, recalcó.

Un informe para olvidar. “No hubo nota”, resumieron reporteros de la fuente presidencial.Información Excelsior.com.mx

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