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Quintana Roo.- A tres años del inicio de su construcción, el Ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, suspendió los permisos del ‘Hotel Gran Solaris’ por diversas irregularidades legales.
La Alcaldesa Mara Lezama informó que, tras un análisis de expertos en la materia, se tomó la decisión de frenar la obra que obtuvo el aval municipal y federal en 2017.
Desde su planeación, el complejo hotelero causó rechazo por parte de ambientalistas, pues estaba previsto construirse a un costado de una zona de incubación de tortugas.
Tuvimos que buscar y revisar a detalle la documentación y permisos otorgados para estar certeros de que se cumplan con todas y cada una de las reglamentaciones y normas correspondientes
dijo la Edil.
Asimismo, el Secretario de Ecología y Desarrollo Urbano municipal, Armando Lara De Nigris, detalló que la suspensión CIYv/17/2020 se debió a inconsistencias en la licencia de construcción otorgada por el anterior Alcalde, Remberto Estrada.
“Se realizó sin tomar en cuenta la vigencia de ciertos documentos que forman parte del expediente administrativo, los cuales estaban vencidos al momento de emisión de la licencia, contraviniendo lo dispuesto por el artículo 56, fracción 1, del Reglamento de Construcción para el Municipio de Benito Juárez”, afirmó.
“Los efectos de la licencia de construcción hasta hace unos meses se encontraron suspendidos por orden judicial; sin embargo, actualmente no existía la construcción de orden jurisdiccional para no desarrollar el proyecto, los efectos de la suspensión administrativa que acaba de ejecutar la Secretaría a mi cargo fue a consecuencia de la revisión y estudio a fondo por varias áreas técnico-jurídicas del Ayuntamiento”.
El desarrollo turístico hotelero cuenta desde julio de 2017 también con la licencia de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En ésta, la empresa ‘Villas Solaris S. De R.L. de C.V’ plantea la edificación de 450 habitaciones, un restaurante grill, áreas verdes, albercas, andadores, estacionamientos y una cancha de usos múltiples en una superficie de 10 mil 069 metros cuadrados.
Ese mismo año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspeccionó la zona junto a Playa Delfines por denuncias que señalaban la violación a la MIA.
En este 2020, nuevamente la construcción fue señalada por activistas, debido a que se realizó la construcción de su barda perimetral en plena contingencia por Covid-19, sin ser ésta una actividad esencial. Información debate.com.mx
